Pinceladas Esther

Pinceladas Esther
La riqueza de cada casa está en la capacidad de sus habitantes y de dejarnos sorprender por la vida, cada situación requiere esfuerzo. Abrir cajar y armarios siempre remueve la historia compartida y prepara para lo que está por llegar.

jueves, 1 de febrero de 2024

Actitudes que posibilitan la esperanza

Hace unos días en una de las entrevistas se dio una situación que, no por común deja de impactarme y confío que siempre sea así, era una familia formada por dos hermanas y la hija de una de ellas. Hacía poco más de un año que habían llegado a la ciudad de Barcelona y a territorio español, por lo tanto, no se encontraban todavía en situación regular, lo que hace que la posibilidad de tener trabajo legal no sea real y tampoco la de obtener ingresos para poder sobrevivir en un ciudad como la nuestra. De repente, se vieron en la calle sin nada más que unas maletas con todas sus pertenencias.

Durante unos meses las hemos podido alojar hasta que hace unos días pudieron encontrar una nueva habitación realquilada donde poder alojarse. No es la mejor opción, pero al menos pueden tener un espacio mínimamente íntimo para descansar, no creo que para vivir como es debido.

Durante el tiempo que las alojamos y, todavía ahora, también se les pudo ofrecer apoyo en alimentación, justo, pero al menos algo para aligerar su malestar.

Pues bien, esta situación que se da muy a menudo en nuestra ciudad y en otras muchas,  no deja de sorprenderme porque cuando se hacen encuestas o debates sobre los principales problemas de nuestra sociedad hoy, raramente salen temas como vivienda o alimentación, quizás porque son problemas que nos recuerdan que no estamos tanto en el primer mundo como querríamos. Y, seguramente, porque las personas encuestadas no son del todo tan diversas como se pretende en ciertos estudios.

Esta situación no es más que una de las muchas que ponen cara, nombre e historia a los datos que hace unas semanas nos explicaban a partir del informe sobre la exclusión y desarrollo social que anualmente desarrolla la Fundación FOESSA.

Nos dice este último informe que, «en el momento actual la exclusión de la vivienda afecta el 33,9% de los hogares de la diócesis de Barcelona y a un 41,4% de la población»[1]. A pesar de que esto son números hay que saber las cifras para no caer en demasiada subjetividad, o dejarse llevar por lo que conocemos en primera persona.

El mismo informe nos alerta sobre el empeoramiento de la situación al dar datos como que «el porcentaje de población que no presenta problemas en ninguna dimensión se ha reducido del 44,3% al 29%, mientras que el de personas que tienen problemas en una dimensión aumenta ligeramente del 25,8% al 26,3% y el de quien tienen problemas en cuatro o más dimensiones pasa del 11,6% al 15,6% de la población»[2].

Fotografía: Esther Borrego Linares

Estas señoras que conocí no son más que una de tantas familias que hacen lo posible para sobrevivir, más aún, para poder mejorar la situación de la que huyeron al dejar atrás familia, vida, raíces, historia… y tantas otras cosas que no sabemos, ni seguramente, nos dirán. Y no podemos olvidar que como ellas hay otras muchas personas que viven en iguales condiciones o peores sin haber tenido que cruzar ningún océano, puesto que la situación social actual nos iguala en vulnerabilidad y a la vez nos recuerda que somos mucho más iguales de lo que reconocemos.

Dice también el informe FOESSA, «los problemas más frecuentes, que afectan más del 15% de la población son seis: el excesivo gasto en vivienda (26,2%), el grave hacinamiento (20%), los problemas de participación política (18,5%), las dificultades para comprar medicamentos por problemas económicos (17,8%), la inestabilidad laboral grave de la persona que se considera sustentadora principal del hogar (17,1%) y la pobreza severa (16,6%)». Al leerlo, una queda impactada, a pesar de ver cada día situaciones de necesidad, no deja a nadie igual saber que un 26,2% de la población de su ciudad sufre para poder pagar algo tan básico e imprescindible como es la vivienda y además, sabiendo que, muchas veces, esta no es adecuado para vivir.

Son muchas las veces que nos piden solidaridad, hace unos días se celebró el gran recogida del banco de alimentos y, como siempre, ha sido una nueva demostración de la generosidad y disponibilidad de las personas individuales que han hecho de nuevo un esfuerzo para poder apoyar a otros que viven una situación peor. Suerte tenemos en nuestra sociedad de la entrega incondicional de las personas voluntarias que, constantemente, se dan a sí mismas en los diferentes encargos que las diferentes entidades les hacen, para poder ofrecer mejora a su entorno. Hay que pensar cómo podríamos sobrevivir sin esta gran tarea.

De todas maneras, no podemos obviar que la solución a la situación de desigualdad creciente de manera exponencial que vivimos no puede venir, ni es justo, de las personas individuales, ni de las entidades, ni siquiera de las administraciones… tiene que ser un trabajo conjunto y liderado por un cambio de políticas a todo nivel, no podemos pensar al cambiar políticas sociales si no van acompañadas de otras como las de urbanismo, la fiscal, la educativa… ah y ¡cómo no! la económica, nuestros gobiernos tienen que hacer políticas y gestión mucho más próximas a la ciudadanía real, más alejadas de otros intereses, muchas veces contrarios a trabajar por el bien común de aquellas que tienes más cerca.

Arcadi Oliveres, murió hace poco más de un año y nos dejó un tesoro, el libro Palabras de Arcadi. Como siempre, había que escucharlo atentamente, ahora hay que leerlo con mucho cuidado, Arcadi siempre había trabajado por el bien común, estuvo al lado siempre de los que se movilizan por la paz, la no violencia, la democracia, la libertad… en el último capítulo de este libro nos habla de la educación como «el instrumento por excelencia de socialización y de convivencia de las personas y sirve para transmitir una serie de conocimientos…; también sirve para transmitir valores y, finalmente, para tener un conocimiento amplio del mundo y de las diferentes formas de vida»”[3]

Seguramente no podemos obviar la educación como el pilar para poder transformar la sociedad en la que vivimos, pero como bien dice Arcadi, hay que educar en determinados valores para no mantener aquello del mundo que no nos gusta y que queremos cambiar, de otra manera mantenemos lo que no queremos, «los cuatro grandes elementos de la educación que no se pueden olvidar nunca en el conjunto de los valores educativos son la paz y la no violencia; la sostenibilidad; las migraciones, el racismo y la xenofobia, y, cuarto y último, las personas vulnerables.»[4]

Durante estos últimos años de pandemia muchas pusimos la mirada en la oportunidad que esta nos ofrecía pero, repentinamente, no hemos sabido responder y nos encontramos en una situación donde las desigualdades tanto a nivel local como global no dejan de crecer, afectando de manera más grave a quien ya hace tiempo que la sufre. Muchas veces las reclamaciones son justas y merecidas pero callan demasiado rápido y no se traducen en acciones concretas por parte de nadie. Estamos en un momento en que tenemos la capacidad de lograr cambios pero nos hace falta voluntad para tener una mirada más general, voluntad colectiva y también individual para poder superar el egoísmo y trabajar por el bien común que nos permita vivir en un mundo más humano y digno para toda persona.

Seguramente además de voluntad nos hace falta no perder nunca la esperanza de que es posible.

Esther BORREGO LINARES
Trabajadora social
Barcelona, España
Artículo publicado originalmente en la Revista RE num. 113, edición catalana en enero de 2023

Notas:

[1] INFORME FOESSA. Informe sobre exclusión y desarrollo social en la diócesis de Barcelona (2022) Pàg. 21

[2] INFORME FOESSA. Informe sobre exclusión y desarrollo social en la diócesis de Barcelona (2022) Pàg. 16

[3] Oliveres, A. (2021) Paraules d’Arcadi (3ª Ed) Angle Editorial. Pàg. 159

[4] Oliveres, A. (2021) Paraules d’Arcadi (3ª Ed) Angle Editorial. Pàg. 161


Articulo publicado en https://www.revistare.com/2023/10/actitudes-que-posibilitan-la-esperanza/

miércoles, 24 de enero de 2024

 

ESCOLTEM BETLEM


"Estem enutjats. Estem trencats. Aquest havia d'haver estat un moment d'alegria, no obstant això, estem de dol. Tenim por."


Aquest és l'inici de l'homilia de Munther Isaac, que es va sentir a l'Església Luterana de Betlem el passat dia 23 de desembre, em va impactar, i per això, no vull deixar de compartir aquest sentiment de tristesa que tinc des del moment que la vaig escoltar.


Mentre a la major part del món ens preparàvem per celebrar la gran festa de Nadal, en el lloc a on va succeir l'esdeveniment central de la nostra fe, pateixen i ho fan d'una manera cruenta i abandonats per la resta del món.


El pastor MUNTHER ISAAC segueix amb dures paraules destinades a tots nosaltres, a tot el món: "Deixin-me aclarir amics: El silenci és complicitat. I aquestes demandes buides a la pau, sense demandar un alto-el-foc i la fi de l'ocupació; i les seves frívoles paraules d'empatia, sense una acció directa, tot això cau sota la bandera de la complicitat".


En sentir aquest text em vaig sentir molt interpel·lada i sento que, com a persones creients, no podem només pregar per la pau, cal que fem quelcom més, cal que ens unim a la veu del poble de Gaza i de tants altres que pateixen la crueltat de la guerra i treballem activament per la pau.


L'homilia esmentada acaba amb contundència, tant de bo, la mateixa que posem nosaltres en acabar amb les guerres, totes les guerres, també les quotidianes en el nostre dia a dia. 


(https://rebelion.org/cristo-bajo-los-escombros-una-liturgia-de-lamentos/)

Esther Borrego Linares

(Article publicat a Catalunya Cristiana el dia 21 d'abril de 2024)




Escuchemos a Belén

“Estamos enojados. Estamos rotos. Este debía haber sido un momento

de alegría, sin embargo, estamos de luto. Tenemos miedo.” 

Este es el inicio de la homilía de Munther Isaac que se escuchó en la Iglesia luterana de Belén el 23 de diciembre.

Me impactó, y por eso no quiero dejar de compartir este sentimiento de tristeza que tengo desde el momento en el que la escuché.

Mientras en la mayor parte del mundo nos preparábamos para celebrar

la gran fiesta de la Navidad, en el lugar donde sucedió el acontecimiento central de nuestra fe, sufren, y lo hacen de una manera cruenta y abandonados por el resto del mundo.

El pastor Munther Isaac sigue con las duras palabras destinadas a todos nosotros, a todo el mundo: “Dejadme aclarar, amigos: el silencio es complicidad. Y esas demandas vacías a la paz, sin demandar un alto el fuego y el fin de la ocupación, y sus frívolas palabras de empatía, sin una acción directa, todo eso cae bajo la bandera de la complicidad.”

Al escuchar este texto me sentí muy interpelada y siento que, como personas creyentes, no podemos solo rezar por la paz, es necesario hacer algo más. Es necesario que nos unamos a la voz del pueblo de Gaza y de tantos otros que sufren la crueldad de la guerra y trabajemos activamente por la paz.

La homilía termina con contundencia. Ojalá la misma que pongamos nosotros en terminar con las guerras, todas las guerras, también las cotidianas en nuestro día a día.

(https://rebelion.org/cristo-bajo-los-escombros-una-liturgia-de-lamentos/)

Esther Borrego Linares

(Artículo publicado a Catalunya Cristiana el dia 21 de abril de 2024)

jueves, 18 de enero de 2024

 GAUDIM DELS COLORS DE LA VIDA

De sobte, ja estem a prop del Nadal i encara no he pensar que fer per les companyes de feina. Cada any m'agrada fer quelcom per donar rellevancia a aquests dies.

Per mi el Nadal és una festa molt important i m'agrada fer-ho saber al meu entorn, cada persona el viu com creu que ho ha de fer, posar l'accent en allò que ha aprés o be, en allò que vol posar en aquests dies amb tantes mocions per a tothom.

Per mi, és una festa que em supossa poder posar un nou matis al meu dia a dia, una nova manera de transformar el meu entorn, un nou creure en la possibilitat de fer aquesta possibilitat realitat, cada any, renovar aquesta confiança. És cert que són dies de molta feina, de moltes celebracions i de molta gent, però per sobre de tot, el Nadal és per mi l'oportunitat de renovar l'alegria de saber que existeix la possibilitat de posar en el centre allò essencial.

Així aquest any vaig pensar fer quelcom amb color, molt color i recordar que, malgrat tot, la vida està plena de colors i els podem gaudir, o millor dit, els hem de gaudir.

Vaig deixar un petit pot amb boletes de colors i un cartellet que posaba "Gaudim dels colors de la vida. Bon Nadal" i amb un QR a la canço de Rozalén: Las hadas existen.

Va ser mot maco perque de seguida es varen sorprendre i cada una al seu estil va expressar el que sent, això també és important, ens ajuda a coneixer-nos i a anar enfortint els vincles.


DISFRUTEMOS LOS COLORES DE LA VIDA

De repente, ya estamos cerca de la Navidad y todavía no he pensado que hacer para las compañeras de trabajo. Cada año me gusta hacer algo para darle relevancia a estos días.

Para mí la Navidad es una fiesta muy importante y me gusta hacerlo saber en mi entorno, cada persona lo vive como cree que debe hacerlo, hacer hincapié en lo que ha aprendido o bien, en lo que quiere destacar en estos días con tantas mociones para todos.

Para mí, es una fiesta que me supone poder poner un nuevo matiz en mi día a día, una nueva forma de transformar mi entorno, un nuevo creer en la posibilidad de hacer esa oportunidad, realidad, cada año, renovar esa confianza. Cierto que son días de mucho trabajo, de muchas celebraciones y de mucha gente, pero por encima de todo, la Navidad es para mí la oportunidad de renovar la alegría de saber que existe la posibilidad de poner en el centro lo esencial.

Así este año pensé hacer algo con color, mucho color y recordar que, a pesar de todo, la vida está llena de colores y podemos disfrutarlos, o mejor dicho, debemos disfrutarlos.

Dejé un pequeño bote con bolitas de colores y un cartelito que ponía "Disfrutemos de los colores de la vida. Feliz Navidad" y con un QR en la canción de Rozalén: Las hadas existen.

Fue palabra bonitabonito porque enseguida se sorprendieron y cada una a su estilo expresó lo que siente, eso también es importante, nos ayuda a conocernos y a fortalecer los vínculos.




miércoles, 17 de enero de 2024


Querida comunidad del Santuario de Santa Eulalia de Vilapicina:         

Un año más estamos aquí, para poder visitaros como es habitual en este dia tan especial para todos. Hemos hecho un largo camino, desde nuestros distintos lugares de origen, cada uno de nosotros viene de una parte del mundo y hemos atravesado muchos lugares en que las personas están sufriendo mucho, ya hace unos años que vemos que hay pocos lugares en que se respire la calma y la felicidad que esperamos encontrar cuando iniciamos nuestros caminos. De hecho, poco ha cambiado en ese aspecto respecto a aquel primer viaje ya hace más de 2000 años. Y lo que ha ido cambiando no siempre ha sido a mejor.
En esta ocasión hemos tenido que atravesar muchos países en guerra, lugares en los que cada día mueren personas, niñas, niños, … no lo podemos entender, de hecho, este año no podemos pasar por Belen. Nosotros cada año pasamos por el lugar donde todo se inició, en aquel pequeño pesebre de aquel pequeño pueblo de Nazaret, Belén, donde conocimos a Jesús y dejamos nuestras ofrendas de oro, incienso y mirra, pues este año no es posible. 
Nos escribió un buen amigo, el pastor de la iglesia luterana y nos dijo literalmente: “Estamos enojados. Estamos rotos. Éste debía haber sido un momento de alegría, sin embargo, estamos de luto. Tenemos miedo” y ante la pregunta de que pensaba que podíamos hacer nos dejo claro que lo mejor era no pasar por Belén, porque hoy allí solo hay dolor y Jesús está presente al lado de cada persona que sufre y en cada familia que padece el terror de la guerra, y seguro que Él lo que desea es que todo el mundo conozca el dolor que allí se vive y trabaje a fondo por la paz, de hecho, nos recordó que “PARA LA GUERRA NADA”.
Así que después de pensarlo iniciamos nuestros caminos y como vosotros hemos ido reflexionando qué hacer para no participar de ninguna forma en la guerra y en esforzarnos por CONSTRUIR CAMINOS DE PAZ, de manera que seamos portadores de paz en nuestras casas, lugares de trabajo, nuestras comunidades, … PARA LA GUERRA NADA, ni hoy ni nunca podemos dejar de ser portadores de paz en cada lugar donde estemos.
Sabeis que la tradición dice que la primera vez que viajamos nuestra ofrenda fue oro, incienso y mirra, durante años, creemos que siempre hemos seguido dejando en cada lugar que visitamos esas ofrendas para recordar la divinidad, la humanidad y la realeza de cada persona, ojalá con ello pudiéramos conseguir que cada persona vea en las otras lo mismo que nosotros vemos en cada una de las que conocemos, esa dignidad que tenemos simplemente por el hecho de existir, nada ni nadie nos la puede negar y así debemos recordarlo siempre.
Hoy además de esos tres presentes hemos pensado que debíamos traer algunos elementos para ayudar en el compromiso de trabajar por la paz, así os dejamos: escucha, tolerancia, coherencia, respeto, responsabilidad, justicia, … no podemos dejar que después de todo el trabajo que habéis hecho de reflexión os sintáis sin la fuerza para trabajar por la paz incansablemente, como hay tantas personas que dedican el tiempo a ello. 
Jesús sigue en cada rincón del mundo siendo la posibilidad de transformación para toda persona que así lo desee y con ella, la de su entorno y el mundo.
NO podemos perder la esperanza, nos decía un gran amigo, Arcadi Oliveres, y hoy os lo decimos de corazón, sabemos que la situación es difícil y parece que no pueda mejorar pero hemos de vivir confiando y esperando profundamente que si todas y todos ponemos todo aquello que podemos para lograrlo el mundo puede vivir en la paz y la justicia deseada. Así que no olvidéis que PARA LA GUERRA NADA.
Querida comunidad este encargo es para todos, para toda persona de buena voluntad, desde nosotros que venimos de lugares lejanos y marcharemos de aquí a un rato a continuar nuestra tarea en nuestros lugares de origen y también a cada una de vosotras, aquí en vuestra pequeña Galilea, el mundo necesita de todas para saber que la paz es el gran don y que hay que cuidarla cada día.
¡¡¡¡NOS VEMOS EL PRÓXIMO AÑO!!!! confiemos que con más calma y bienestar para todas y todos.


miércoles, 3 de enero de 2024

 Les llums de l’advent

L’altre dia vaig haver de baixar al centre i de sobte, em vaig trobar amb tot il·luminat, sí, va coincidir amb l’encesa de l’enllumenat de nadal a la ciutat, carrers molt plens de gent, concerts, moltes llums, ... em vaig sorprendre pensant que ja estàvem més a prop del Nadal del que realment estem, ja que faltava més d’un  mes.

Curiosament, l’Advent comença el diumenge dia 3 de desembre, així que tenim quatre setmanes per anar preparant la gran celebració del Nadal, de la vinguda de Jesús al món, de l’encarnació de Deu a la humanitat. Els cristians sabem que son uns dies en que intensifiquem en el nostre dia a dia, l’actitud d’espera i ens preparem per rebre el millor possible aquell que ve de nou a transformar-nos.

Doncs be, aquella tarda mentre caminava pels carrers plens de gent que gaudien de la bellesa d’una ciutat engalanada per a una gran festa, pensava quantes d’aquelles persones serien conscients de que el més important és fer brillar el nostre interior, preparar aquesta llum pròpia per a que pugui il·luminar el nostre entorn com aquella nit es va il·luminar aquell pessebre.

I clar, caminant també vaig poder veure tantes persones que, ho fan capficades en si mateixes, tot pensant en allò que, segurament, no brilla en les seves vides, o inclús en allò que fa mal i no permet, ni tan sols, sentir la pròpia llum interior, i no em refereixo només a les persones sense llar que, també vaig anar trobant, sinó en totes aquelles que no tenen la pau i esperança que cal per sostenir el dia a dia amb un somriure.

Llavors em vaig sentir amb el deure de portar més llum allà a on estigui, a casa, a la feina, als grups, ... al carrer, sento que cal molta llum i esperança i aquest temps ens pot ajudar a ser-ne portadores.


Esther Borrego Linares


(article publicat a catalunya Cristiana  el 10 de desembre de 2024)




LAS LUCES DE ADVIENTO

El otro día bajé al centro y me encontré con todo iluminado. Sí, coin-cidió con el encendido de las luces de Navidad en la ciudad: calles muy llenas de gente, conciertos, muchas luces… me sorprendí pensando que ya estábamos más cerca de Navidad de lo que realmente estamos, ya que faltaba más de un mes. 

Curiosamente, Adviento empieza el domingo día 3 de diciembre, así que tenemos cuatro semanas para ir preparando la gran celebración de Navidad, de la venida de Jesús al mundo, de la encarnación de Dios en la humanidad. Los cristianos sabemos que son unos días en los que se intensifican en nuestro día a día la actitud de espera, y nos preparamos para recibir lo mejor posible a aquel que viene de nuevo a transformarnos.

Pues bien, aquella tarde mientras caminaba por las calles llenas de gente que disfrutaban de la belleza de una ciudad engalanada para una gran fiesta, pensaba en cuántas de aquellas personas serían consci-entes de que lo más importante es hacer brillar nuestro interior, preparar esta luz propia para que pueda iluminar nuestro entorno como aquella noche se iluminó aquel pesebre.

Y claro, caminando también pude ver a tantas personas que lo hacen ensimismadas, pensando en lo que, seguramente, no brilla en sus vidas, o incluso en lo que hace daño y no permite, ni siquiera, sentir la propia luz interior; no me refiero sólo a las personas sin hogar, que también fui encontrando, sino a todas aquellas que no tienen la paz y esperanza que se necesita para sostener el día a día con una sonrisa.

Entonces me sentí con el deber de llevar más luz allí donde esté: en casa, en el trabajo, en los grupos… en la calle. Siento que hace falta mucha luz y esperanza, y este tiempo nos puede ayudar a ser portado-ras de ello.

Esther Borrego Linares


(artículo publicado en catalunya Cristiana  el 10 de deciembre de 2024)

domingo, 4 de abril de 2021

 FELIZ PASCUA


Si, de nuevo vivimos la grandeza de que la vida se abre camino, siempre ante el dolor, el mal, ... aunque nosotros no lo creamos y muchas veces pensemos que podemos impedirlo.

Y vuelve a venir a nuestro encuentro porque quiere que sepamos vivir en plenitud, que disfrutemos de cada instante, que observemos nuestro entorno, los espectaculos que nos ofrece la naturaleza, la humanidad,... 

Dediquemos un ratito cada día a observar el cielo ahí podemos revivir cada día nuestra esperanza, al obervar la luz y belleza que nos transmite, o un atardecer, un amanecer, una flor que crece, ... una sonrisa... tantos detalles que nos rodean y a veces nos pasan inadvertidos.

Gocemos de la Vida que brota a nuestro alrededor clamando esperanza.




sábado, 3 de abril de 2021

SABADO SANTO

SILENCIO... 
Un silencio que permite irse nutriendo de lo vivido en clara espera de lo que viene.
Un silencio que prepara.
Un silencio que acompaña.
...
SILENCIO



Sin embargo, ahí constante y entera está MARÍA, ella ante el dolor y el silencio general espera y lo hace confiando en que El mal no vence jamás, y hoy tampoco lo hará... María es CLARAESPERANZA y con ella nos guia en nuestro caminar.
Caminemos este sábado con ella.




 

viernes, 2 de abril de 2021

 VIERNES SANTO





Este año, de nuevo, vivimos unos días extraños de descanso, unos días en que aunque podemos tener vacaciones, lo ideal es no salir demasiado, sí, parece que lo hemos olvidado pero para poder mejorar la situación sanitari que vivimos, hemos de evitar reunirnos con personas con las que no convivimos y más si no es necesario, bueno así nos lo dicen y la realidad es que las curvas de contagios y de ingresos hospitalarios disminuye cuando las medidas son más restrictivas.

En este contexto, hay algo que no cambia y es que hoy revivimos una de las muertes más injustas y complicadas de la historia, sin embargo, como hace tanto que lo sabemos y lo recordamos, nos pasa como con el dolor del mundo, nos hemos acostumbrado a ello y ya no nos interpela.

Sin embargo, aquella tarde de hacer casi 2000 años, sucedió algo que pudo cambiar el mundo, bien, a algunas personas nos cambió la vida, y por ello, comparto este pequeño video intentando mostrar lo que se podria evitar si releyeramos esa historia como si sucediera hoy y como nos podía cambiar la vida a nosotros y a nuestro entorno.

El video lo hice en el confinamiento del 2020, pero sigue siendo vigente, total la historia es de hace muchos más años y seguimos necesitando releerla con mente y corazón para ver si un día la acabamos de entender y actuamos en consecuencia.

jueves, 1 de abril de 2021



JUEVES SANTO 2021


Hoy celebramos un nuevo jueves santo, revivimos la cena de Jesús con sus amigos, sí, fue una celebración en la que pudieron compartir lo que vivian, esa noche él les mostró un signo de los más esenciales y que recordamos cada año, aún sin saber muy bien lo que significa. Se dispuso a lavar los pies de aquellos sus amigos, antes de cenar, en lugar de esperar que le sirvieran se puso el delantal, cogió la cofaina y les lavo los pies.

Ese signo, hoy no podremos reproducirlo, sin embargo, quizás el hecho de no poder hacer el gesto, nos ayude a entender que lo esencial de aquella noche era la actitud que pudimos aprender, que hoy, de nuevo podemos tomar como modelo y empezar a gastar la vida por aquello que merece la pena, como nos recuerda Luis Espinal en su poema.

Buen Jueves santo a tod@s
 

domingo, 28 de marzo de 2021

 Domingo de Ramos




Sí, hoy es ese día en que, en situación normal, muchas familias van a la Iglesia a bendecir las palmas y palmones, muchos no suelen quedarse a la celebración de después, pero sí al inicio cuando se recuerda la magestuosa entrada de Jesús en Jerusalen.

Sorprende que aún hoy, se llenen las plazas o los patios de las iglesias para conmemorar esa entrada, y a la vez, no debería sorprendernos tanto ya que no deja de suceder hoy lo mismo que sucedió en aquel entonces.

Ya hace algunos años que, observando este hecho, intento reflexionar sobre esta situación y cada ves estoy más convencida que se trató entonces y se trata hoy de una falta de discernimiento, quizás también de coherencia... 

Sí es fácil salir a la calle y aclamar: Hosanna, ... y pasarlo bien, sin saber muy bien ni quién es el aclamado, ni por qué, ni, mucho menos lo que supone su entrada en Jerusalén. Hoy nos sucede a menudo que seguimos a lideres que no lo son, o no nos hemos parado a pensar en por qué lo son. 

Luego llega el momento del compromiso y sí, como entonces la mayoría nos escondemos, no salimos ni para aclamar ni para gritar crucificale, ... pero no tomamos partido y eso, no es coherente y, al final, ya es tomarlo.

Hoy, nos sucede a menudo en muchas situaciones, y por eso, seguramente, hace tantos años que pienso sobre ello, ¡Cuántas personas que estaban muy cerca en un momento de repente, sin saber por que no están! Nunca supimos por qué.
Quizás este día debería servir para recordarnos lo importante que es discernir antes de actuar, optar por aquello que estemos dispuestos a vivir y acompañar, y no hacerlo si no lo vemos claro.

Vivir coherentemente requiere un proceso de discernimiento constante, o al menos intentarlo.