Pinceladas Esther

Pinceladas Esther
La riqueza de cada casa está en la capacidad de sus habitantes y de dejarnos sorprender por la vida, cada situación requiere esfuerzo. Abrir cajar y armarios siempre remueve la historia compartida y prepara para lo que está por llegar.

miércoles, 24 de enero de 2024

 

ESCOLTEM BETLEM


"Estem enutjats. Estem trencats. Aquest havia d'haver estat un moment d'alegria, no obstant això, estem de dol. Tenim por."


Aquest és l'inici de l'homilia de Munther Isaac, que es va sentir a l'Església Luterana de Betlem el passat dia 23 de desembre, em va impactar, i per això, no vull deixar de compartir aquest sentiment de tristesa que tinc des del moment que la vaig escoltar.


Mentre a la major part del món ens preparàvem per celebrar la gran festa de Nadal, en el lloc a on va succeir l'esdeveniment central de la nostra fe, pateixen i ho fan d'una manera cruenta i abandonats per la resta del món.


El pastor MUNTHER ISAAC segueix amb dures paraules destinades a tots nosaltres, a tot el món: "Deixin-me aclarir amics: El silenci és complicitat. I aquestes demandes buides a la pau, sense demandar un alto-el-foc i la fi de l'ocupació; i les seves frívoles paraules d'empatia, sense una acció directa, tot això cau sota la bandera de la complicitat".


En sentir aquest text em vaig sentir molt interpel·lada i sento que, com a persones creients, no podem només pregar per la pau, cal que fem quelcom més, cal que ens unim a la veu del poble de Gaza i de tants altres que pateixen la crueltat de la guerra i treballem activament per la pau.


L'homilia esmentada acaba amb contundència, tant de bo, la mateixa que posem nosaltres en acabar amb les guerres, totes les guerres, també les quotidianes en el nostre dia a dia. 


(https://rebelion.org/cristo-bajo-los-escombros-una-liturgia-de-lamentos/)

Esther Borrego Linares

(Article publicat a Catalunya Cristiana el dia 21 d'abril de 2024)




Escuchemos a Belén

“Estamos enojados. Estamos rotos. Este debía haber sido un momento

de alegría, sin embargo, estamos de luto. Tenemos miedo.” 

Este es el inicio de la homilía de Munther Isaac que se escuchó en la Iglesia luterana de Belén el 23 de diciembre.

Me impactó, y por eso no quiero dejar de compartir este sentimiento de tristeza que tengo desde el momento en el que la escuché.

Mientras en la mayor parte del mundo nos preparábamos para celebrar

la gran fiesta de la Navidad, en el lugar donde sucedió el acontecimiento central de nuestra fe, sufren, y lo hacen de una manera cruenta y abandonados por el resto del mundo.

El pastor Munther Isaac sigue con las duras palabras destinadas a todos nosotros, a todo el mundo: “Dejadme aclarar, amigos: el silencio es complicidad. Y esas demandas vacías a la paz, sin demandar un alto el fuego y el fin de la ocupación, y sus frívolas palabras de empatía, sin una acción directa, todo eso cae bajo la bandera de la complicidad.”

Al escuchar este texto me sentí muy interpelada y siento que, como personas creyentes, no podemos solo rezar por la paz, es necesario hacer algo más. Es necesario que nos unamos a la voz del pueblo de Gaza y de tantos otros que sufren la crueldad de la guerra y trabajemos activamente por la paz.

La homilía termina con contundencia. Ojalá la misma que pongamos nosotros en terminar con las guerras, todas las guerras, también las cotidianas en nuestro día a día.

(https://rebelion.org/cristo-bajo-los-escombros-una-liturgia-de-lamentos/)

Esther Borrego Linares

(Artículo publicado a Catalunya Cristiana el dia 21 de abril de 2024)

jueves, 18 de enero de 2024

 GAUDIM DELS COLORS DE LA VIDA

De sobte, ja estem a prop del Nadal i encara no he pensar que fer per les companyes de feina. Cada any m'agrada fer quelcom per donar rellevancia a aquests dies.

Per mi el Nadal és una festa molt important i m'agrada fer-ho saber al meu entorn, cada persona el viu com creu que ho ha de fer, posar l'accent en allò que ha aprés o be, en allò que vol posar en aquests dies amb tantes mocions per a tothom.

Per mi, és una festa que em supossa poder posar un nou matis al meu dia a dia, una nova manera de transformar el meu entorn, un nou creure en la possibilitat de fer aquesta possibilitat realitat, cada any, renovar aquesta confiança. És cert que són dies de molta feina, de moltes celebracions i de molta gent, però per sobre de tot, el Nadal és per mi l'oportunitat de renovar l'alegria de saber que existeix la possibilitat de posar en el centre allò essencial.

Així aquest any vaig pensar fer quelcom amb color, molt color i recordar que, malgrat tot, la vida està plena de colors i els podem gaudir, o millor dit, els hem de gaudir.

Vaig deixar un petit pot amb boletes de colors i un cartellet que posaba "Gaudim dels colors de la vida. Bon Nadal" i amb un QR a la canço de Rozalén: Las hadas existen.

Va ser mot maco perque de seguida es varen sorprendre i cada una al seu estil va expressar el que sent, això també és important, ens ajuda a coneixer-nos i a anar enfortint els vincles.


DISFRUTEMOS LOS COLORES DE LA VIDA

De repente, ya estamos cerca de la Navidad y todavía no he pensado que hacer para las compañeras de trabajo. Cada año me gusta hacer algo para darle relevancia a estos días.

Para mí la Navidad es una fiesta muy importante y me gusta hacerlo saber en mi entorno, cada persona lo vive como cree que debe hacerlo, hacer hincapié en lo que ha aprendido o bien, en lo que quiere destacar en estos días con tantas mociones para todos.

Para mí, es una fiesta que me supone poder poner un nuevo matiz en mi día a día, una nueva forma de transformar mi entorno, un nuevo creer en la posibilidad de hacer esa oportunidad, realidad, cada año, renovar esa confianza. Cierto que son días de mucho trabajo, de muchas celebraciones y de mucha gente, pero por encima de todo, la Navidad es para mí la oportunidad de renovar la alegría de saber que existe la posibilidad de poner en el centro lo esencial.

Así este año pensé hacer algo con color, mucho color y recordar que, a pesar de todo, la vida está llena de colores y podemos disfrutarlos, o mejor dicho, debemos disfrutarlos.

Dejé un pequeño bote con bolitas de colores y un cartelito que ponía "Disfrutemos de los colores de la vida. Feliz Navidad" y con un QR en la canción de Rozalén: Las hadas existen.

Fue palabra bonitabonito porque enseguida se sorprendieron y cada una a su estilo expresó lo que siente, eso también es importante, nos ayuda a conocernos y a fortalecer los vínculos.




miércoles, 17 de enero de 2024


Querida comunidad del Santuario de Santa Eulalia de Vilapicina:         

Un año más estamos aquí, para poder visitaros como es habitual en este dia tan especial para todos. Hemos hecho un largo camino, desde nuestros distintos lugares de origen, cada uno de nosotros viene de una parte del mundo y hemos atravesado muchos lugares en que las personas están sufriendo mucho, ya hace unos años que vemos que hay pocos lugares en que se respire la calma y la felicidad que esperamos encontrar cuando iniciamos nuestros caminos. De hecho, poco ha cambiado en ese aspecto respecto a aquel primer viaje ya hace más de 2000 años. Y lo que ha ido cambiando no siempre ha sido a mejor.
En esta ocasión hemos tenido que atravesar muchos países en guerra, lugares en los que cada día mueren personas, niñas, niños, … no lo podemos entender, de hecho, este año no podemos pasar por Belen. Nosotros cada año pasamos por el lugar donde todo se inició, en aquel pequeño pesebre de aquel pequeño pueblo de Nazaret, Belén, donde conocimos a Jesús y dejamos nuestras ofrendas de oro, incienso y mirra, pues este año no es posible. 
Nos escribió un buen amigo, el pastor de la iglesia luterana y nos dijo literalmente: “Estamos enojados. Estamos rotos. Éste debía haber sido un momento de alegría, sin embargo, estamos de luto. Tenemos miedo” y ante la pregunta de que pensaba que podíamos hacer nos dejo claro que lo mejor era no pasar por Belén, porque hoy allí solo hay dolor y Jesús está presente al lado de cada persona que sufre y en cada familia que padece el terror de la guerra, y seguro que Él lo que desea es que todo el mundo conozca el dolor que allí se vive y trabaje a fondo por la paz, de hecho, nos recordó que “PARA LA GUERRA NADA”.
Así que después de pensarlo iniciamos nuestros caminos y como vosotros hemos ido reflexionando qué hacer para no participar de ninguna forma en la guerra y en esforzarnos por CONSTRUIR CAMINOS DE PAZ, de manera que seamos portadores de paz en nuestras casas, lugares de trabajo, nuestras comunidades, … PARA LA GUERRA NADA, ni hoy ni nunca podemos dejar de ser portadores de paz en cada lugar donde estemos.
Sabeis que la tradición dice que la primera vez que viajamos nuestra ofrenda fue oro, incienso y mirra, durante años, creemos que siempre hemos seguido dejando en cada lugar que visitamos esas ofrendas para recordar la divinidad, la humanidad y la realeza de cada persona, ojalá con ello pudiéramos conseguir que cada persona vea en las otras lo mismo que nosotros vemos en cada una de las que conocemos, esa dignidad que tenemos simplemente por el hecho de existir, nada ni nadie nos la puede negar y así debemos recordarlo siempre.
Hoy además de esos tres presentes hemos pensado que debíamos traer algunos elementos para ayudar en el compromiso de trabajar por la paz, así os dejamos: escucha, tolerancia, coherencia, respeto, responsabilidad, justicia, … no podemos dejar que después de todo el trabajo que habéis hecho de reflexión os sintáis sin la fuerza para trabajar por la paz incansablemente, como hay tantas personas que dedican el tiempo a ello. 
Jesús sigue en cada rincón del mundo siendo la posibilidad de transformación para toda persona que así lo desee y con ella, la de su entorno y el mundo.
NO podemos perder la esperanza, nos decía un gran amigo, Arcadi Oliveres, y hoy os lo decimos de corazón, sabemos que la situación es difícil y parece que no pueda mejorar pero hemos de vivir confiando y esperando profundamente que si todas y todos ponemos todo aquello que podemos para lograrlo el mundo puede vivir en la paz y la justicia deseada. Así que no olvidéis que PARA LA GUERRA NADA.
Querida comunidad este encargo es para todos, para toda persona de buena voluntad, desde nosotros que venimos de lugares lejanos y marcharemos de aquí a un rato a continuar nuestra tarea en nuestros lugares de origen y también a cada una de vosotras, aquí en vuestra pequeña Galilea, el mundo necesita de todas para saber que la paz es el gran don y que hay que cuidarla cada día.
¡¡¡¡NOS VEMOS EL PRÓXIMO AÑO!!!! confiemos que con más calma y bienestar para todas y todos.


miércoles, 3 de enero de 2024

 Les llums de l’advent

L’altre dia vaig haver de baixar al centre i de sobte, em vaig trobar amb tot il·luminat, sí, va coincidir amb l’encesa de l’enllumenat de nadal a la ciutat, carrers molt plens de gent, concerts, moltes llums, ... em vaig sorprendre pensant que ja estàvem més a prop del Nadal del que realment estem, ja que faltava més d’un  mes.

Curiosament, l’Advent comença el diumenge dia 3 de desembre, així que tenim quatre setmanes per anar preparant la gran celebració del Nadal, de la vinguda de Jesús al món, de l’encarnació de Deu a la humanitat. Els cristians sabem que son uns dies en que intensifiquem en el nostre dia a dia, l’actitud d’espera i ens preparem per rebre el millor possible aquell que ve de nou a transformar-nos.

Doncs be, aquella tarda mentre caminava pels carrers plens de gent que gaudien de la bellesa d’una ciutat engalanada per a una gran festa, pensava quantes d’aquelles persones serien conscients de que el més important és fer brillar el nostre interior, preparar aquesta llum pròpia per a que pugui il·luminar el nostre entorn com aquella nit es va il·luminar aquell pessebre.

I clar, caminant també vaig poder veure tantes persones que, ho fan capficades en si mateixes, tot pensant en allò que, segurament, no brilla en les seves vides, o inclús en allò que fa mal i no permet, ni tan sols, sentir la pròpia llum interior, i no em refereixo només a les persones sense llar que, també vaig anar trobant, sinó en totes aquelles que no tenen la pau i esperança que cal per sostenir el dia a dia amb un somriure.

Llavors em vaig sentir amb el deure de portar més llum allà a on estigui, a casa, a la feina, als grups, ... al carrer, sento que cal molta llum i esperança i aquest temps ens pot ajudar a ser-ne portadores.


Esther Borrego Linares


(article publicat a catalunya Cristiana  el 10 de desembre de 2024)




LAS LUCES DE ADVIENTO

El otro día bajé al centro y me encontré con todo iluminado. Sí, coin-cidió con el encendido de las luces de Navidad en la ciudad: calles muy llenas de gente, conciertos, muchas luces… me sorprendí pensando que ya estábamos más cerca de Navidad de lo que realmente estamos, ya que faltaba más de un mes. 

Curiosamente, Adviento empieza el domingo día 3 de diciembre, así que tenemos cuatro semanas para ir preparando la gran celebración de Navidad, de la venida de Jesús al mundo, de la encarnación de Dios en la humanidad. Los cristianos sabemos que son unos días en los que se intensifican en nuestro día a día la actitud de espera, y nos preparamos para recibir lo mejor posible a aquel que viene de nuevo a transformarnos.

Pues bien, aquella tarde mientras caminaba por las calles llenas de gente que disfrutaban de la belleza de una ciudad engalanada para una gran fiesta, pensaba en cuántas de aquellas personas serían consci-entes de que lo más importante es hacer brillar nuestro interior, preparar esta luz propia para que pueda iluminar nuestro entorno como aquella noche se iluminó aquel pesebre.

Y claro, caminando también pude ver a tantas personas que lo hacen ensimismadas, pensando en lo que, seguramente, no brilla en sus vidas, o incluso en lo que hace daño y no permite, ni siquiera, sentir la propia luz interior; no me refiero sólo a las personas sin hogar, que también fui encontrando, sino a todas aquellas que no tienen la paz y esperanza que se necesita para sostener el día a día con una sonrisa.

Entonces me sentí con el deber de llevar más luz allí donde esté: en casa, en el trabajo, en los grupos… en la calle. Siento que hace falta mucha luz y esperanza, y este tiempo nos puede ayudar a ser portado-ras de ello.

Esther Borrego Linares


(artículo publicado en catalunya Cristiana  el 10 de deciembre de 2024)