Pinceladas Esther

Pinceladas Esther
La riqueza de cada casa está en la capacidad de sus habitantes y de dejarnos sorprender por la vida, cada situación requiere esfuerzo. Abrir cajar y armarios siempre remueve la historia compartida y prepara para lo que está por llegar.

sábado, 29 de junio de 2019

PIEDAD, HOY


Curiosamente, también debido a falta de información, y gracias a la generosidad de las personas, el otro día pude disfrutar de una sorprendente puesta en escena de una obra de Calderón de la Barca, “el gran mercado del mundo”.
Es un auto sacramental, obras que se preparaban para la celebración de eventos religiosos, en este caso se inicia con un anuncio que hace la fama sobre un gran mercado que se va a celebrar en el que se podrán encontrar cantidad de virtudes o no tan virtudes, los visitantes del mercado son dos personajes acompañados uno por la inocencia y el otro por la maldad, compitiendo para conseguir la Gracia.
En su recorrido encontraran personajes como la lascivia, la soberbia, la gula, la humildad, la belleza, la fe,...  interactuaran con ellos, mostrando que cada uno de nosotros podemos vernos tentados por alguno de esos personajes, de ahí la presencia constante de la culpa durante todo el auto que actúa como contrapunto, reforzando o no la decisión.
La escena más impactante de la representación es la final: una Piedad en que quien acoge no es otra que la lascivia, sí, curiosamente, aquello que tantas veces desdeñamos como humanos porque nos parece grotesco, desbordante, porque no entendemos, … es la única que se acerca a un personaje dolido y dañado para acogerlo en sus brazos, comprenderlo y amarlo.
Esa es la Iglesia o la organización... o la persona, criticada, despreciada, malherida,... por tantas razones y comportamientos durante tanto tiempo vividos, causados,... acogiendo el dolor del mundo en sus brazos, con la ternura y la compasión que nace de lo más profundo de la experiencia, ofreciendo lo mejor de sí, consciente de todo lo que compró o intercambió en el gran mercado del mundo, evidenciando de nuevo que cada ser contiene posibilidad de optar por uno u otro: inocencia o maldad, gracias a la libertad y que siempre existe el amor como posibilidad de vida.
Hoy en el mundo, sorprende la de veces que esa actitud "piadosa" es motivo de represión, de burla, de menosprecio... hoy en el mundo observamos constantemente como mientras reclamamos acogida y justicia, castigamos a los que llevan a cabo nuestra petición, hoy en el mundo, no escuchamos lo que la culpa de la obra nos indica y seguimos actuando sin la reflexión oportuna que puede ser la motivación para una verdadera transformación.



(a partir de la publicación en Catalunya Cristiana de fecha 26 de mayo de 2019)