Vivir también es esto

Hace casi un mes al publicar en unas de las redes que administraba, sin ser consciente de la vigencia que en unas horas tendría de nuevo la frase de Teresa de Jesús en mi vida y lo que acontecía en ellas, publiqué esta cita del libro de la vida:

...¡Qué ceguedad tan grande la mía!... ¡que disparate huir de la luz para andar siempre tropezando! (stj, v19,10)

Sí, aquel 28 de enero hacia las 12h del mediodía, la vida me volvía a poner delante una situación difícil de entender, imposible de imaginar para mí,... de nuevo de manos de personas que, se supone, viven siguiendo el modelo de Jesús de Nazaret, sí aquel que un día vivió y murió por la justicia, la libertad, la igualdad, la verdad, ... por amor.

En seguida me vino a la mente la imagen que horas antes había decidido publicar, ¿coincidencia? ¿providencia? ¿señal?...

No lo sé, pero sí sentí que debía seguir caminando hacia la luz, desde la luz, 

Unos días después el evangelio del día era aquel que tanto me gusta y que he aplicado tantas veces:

"Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies,...”

Así que dejando atrás lo vivido, seguir camino porque la vida merece ser vivida y hacerlo de determinada manera, cada cual sabrá lo que escoge.

Así:

"¡El que tenga oídos para oír, que oiga!"

hay tantas evidencias de que necesitamos traducción, o quizás nos falta radicalidad y valentía para entender y para vivir en esa verdad que nos pide la Vida, el Ser o simplemente para simplemente ser y vivir de verdad.

Claro que la verdad conlleva sufrimiento y muchas veces no poco.

Recordando que la semilla para dar fruto ha de dar la vida, o la transformación del gusano en mariposa, dejando que lo vivido deje lo mejor de ello para seguir paso a paso el camino orientado hacia la propia esencia.