Contradicciones

Esta tarde escuchando las noticias, en las que mayormente se habla de como avanzar en la desescalada para salir del confinamiento, en cómo se abrirán las tiendas, si hay que volver a las escuelas o no, qué se puede hacer en cada fase... deportes, estrenos de cine, ... en fin, noticias de lo que supone la vida cotidiana, como siempre.

Sin embargo, por otro lado, cuando la enfermedad avanza y lo hace cerca, cuando los nombres y caras de las personas afectadas ya no son desconocidos para uno, sino que están muy cerca, y son muy próximos en la cotidianidad, una toma más conciencia de que hemos de estar muy alerta, esto no ha acabado, de hecho, todo indica que avanza y avanza cada día con más fuerza, ya nadie dice que estemos cerca del final, que haya posibilidad de vida normal, sino de la posibilidad de rebrote.

Cuando la enfermedad nos toca la vida, el movimiento, nos hace sufrir en propia carne, todo tiene otro sentido, y oir que hay personas que desean salir a la calle asusta, sí, asusta y mucho porque significa no haber entendido nada de nada.

Hay miles de muertos y miles de afectados por la enfermedad en primera persona, otras muchas de manera indirecta pero cuando las personas que esperan la prueba para ver el alcance de la misma son tus amigos, eso hace que te plantees la vida de otra manera, porque lo importante en este caso pasa a ser la vida, sí, eso que nos fue dado y a lo que en la mayoría del tiempo no damos el valor que tiene.

Cuando esta en juego la vida, la salud ... todo lo que sucede a tu alrededor es, simplemente, absurdo. ¿Qué más da poder salir? ¿Qué más da ir o no a la escuela? ¿Qué más da...? tantas cosas, cuando lo único que importa es que esta enfermedad no será de paso sino que será para siempre, sí, eso también lo han dicho las noticias, pero eso casi no lo oímos porque queremos salir a las calles, es primavera.

Me encantaría pensar que estamos aprendiendo mucho de todo esto, que saldremos con más humanidad, con más mirada y acción ecológica, ... que habremos entendido que esto depende de todos, ni de unos, ni de otros, sino de todos y de todos juntos. Ah y lo que depende es la vida y la vida de verdad, la que nos permite respirar y todo lo demás y la tuya también depende de ello. ¡Y la mía!