Pinceladas Esther

Pinceladas Esther
La riqueza de cada casa está en la capacidad de sus habitantes y de dejarnos sorprender por la vida, cada situación requiere esfuerzo. Abrir cajar y armarios siempre remueve la historia compartida y prepara para lo que está por llegar.

domingo, 5 de abril de 2020

LUNES SANTO



Y hoy Jesús, va a casa de Lázaro, de Marta y María, donde tantas veces ha estado, donde va siempre que necesita estar tranquilo, donde le han visto reír y llorar, sanar pero también descansar, donde puede ser quién es, tranquilamente.
Está con sus amigos, con aquellos que le conocen y le aman, aquellos que hoy, sin  ir más allá, le disfrutan y le hacen sentirse bien, María ungiéndole perfume ante la critica, siempre la hay, de quien no entiende, ni se para a pensar.
María ofrece lo mejor que tiene, y lo hace desde la sencillez de su persona, recordemos que es la misma que le escucha atentamente y le mira con admiración mientras marta, su hermana, no deja de correr para ofrecerle lo mejor. Recordándonos que hay un tiempo para cada cosa y que “Marta y María han de andar juntas” como nos dice Teresa de Jesús.
Hoy Jesús ha necesitado un lugar conocido y amable, acogedor de verdad y se ha ido a Betania, con sus amigos. Con aquellos con los que sabe que puede contar, aquellos con los que puede ser él mismo, sin miedo, sin tener que vigilar lo que dice... Donde la autenticidad y la confianza se respiran en el ambiente. En fin, AMIGOS Y AMIGAS del alma.
Podemos pensar a donde vamos nosotros cuando necesitamos descansar, estar acogidos, acurrucarnos sin más. 
Muchas veces no son los lugares sino las personas de esos lugares las que nos son consuelo, pensemos en ellas y pongamos cara y nombre en este día.
Todos tenemos parte de María, más contemplativa y de Marta más activa, sin embargo, hemos de saber equilibrar ambas partes, quizás también nos ayudará pensar en qué pesa más en mí.




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