Pinceladas Esther

Pinceladas Esther
La riqueza de cada casa está en la capacidad de sus habitantes y de dejarnos sorprender por la vida, cada situación requiere esfuerzo. Abrir cajar y armarios siempre remueve la historia compartida y prepara para lo que está por llegar.

domingo, 17 de abril de 2016




“El día 25 de Agosto de 2013 en el rezo del Angelus el Papa Francisco al dirigirse a los muchos fieles que estaban en la Plaza de San Pedro, lo hizo recordándonos: “Jesús no excluye a nadie” y, para dejarlo muy claro y que no tuviésemos dudas añadió: “Seguramente algunos pensareis que estáis excluidos de la salvación por ser pecador. No, no, no precisamente por eso eres el preferido. Jesús prefiere al pecador. Jesús esta esperándote para perdonarte”.

Estas palabras que todos hemos oído muchas veces, que forman parte de la esencia del cristianismo, las tendríamos que vivir cada minuto de nuestra vida, tanto porque nos sentimos llenos de gozo por saber que Jesús sí que nos reconoce toda la dignidad a cada uno de nosotros, para que nosotros nos tratemos con la delicadez de sabernos hijos del mismo padre.

Estas palabras me hicieron recordar la visita que el papa hizo el pasado 15 de julio a la isla de Lampedusa, conocida por ser un lugar de llegada de múltiples pateras con personas que buscan encontrar una vida mejor en Europa procedentes de diferentes países, especialmente de África. Allí Francisco hizo una llamada muy contundente a hacer un cambio de conciencia, un cambio de actitudes.

En aquella ocasión nos recordó que cada uno nos teníamos que preguntar: “Adan, donde estás?” y como a Caín  “¿dónde está tu hermano?” porque todos somos responsables de cuidar, de cuidar el mundo en el que vivimos. De cuidar de nuestro hermano, del que vive y del que sufre.

No podemos caer en la indiferencia, no podemos ser nosotros los que no nos reconocemos como hermanos cuando Jesús no excluye a nadie.”

Esther Borrego
Publicado en Catalunya cristiana Septiembre 2013 


Por desgracia palabras totalmente vigentes, para reflexionar y que nos lleven a cambiar 

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