Esta mañana hemos despedido a Nacho, nos teníamos que ver el viernes y ayer... y seguramente el próximo viernes, pero hoy le hemos dicho adiós. No nos volveremos a ver.
Su mirada, con esos ojos que brillaban profundamente al mirarte ya no nos acompañará más pero si nos hará recordar que vivir anclado a lo esencial nos puede dar ese brillo especial.
"En todo amar y servir" decía San Ignació, ¡qué bien lo aprendiste! y vivías.
Encontraré a faltar tu mirada en clase, y también nuestras conversaciones en la sala de vincles, intentando explicar que todo requiere su tiempo como aquella noche a Omar o nuestras risas con Cristián y Jorge,...
Noé te extraña ya ahora, pero ¿sabes una cosa? él sí sabe que tenías un corazón demasiado grande, y confía en que nos cuidarás desde allí donde estés.
Ahora sí que ya puedes vivir plenamente que "el alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa".
Doy gracias por lo compartido.
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