“Son las
lágrimas las que pueden dar paso a la transformación, son las lágrimas las que pueden ablandar el corazón, son las lágrimas las que pueden purificar la mirada y ayudar a ver el círculo de pecado en que muchas veces se está sumergido. Son las lágrimas las que logran sensibilizar la mirada y la actitud endurecida y especialmente adormecida ante el sufrimiento ajeno. Son las lágrimas las que pueden generar una ruptura capaz de abrirnos a la conversión”.
Papa Francisco, ciudad Juarez (México)’2016
“Es tiempo de conversión, es tiempo de salvación, es tiempo de misericordia.”
Es tiempo de repensar para poder decidir que y cómo queremos vivir, es tiempo de llorar, de dejar que las lágrimas den paso a la sanación interior que nos permita iniciar un nuevo camino más sensible, más tierno, ... más abierto a conmovernos con lo que sucede a nuestro entorno.
Es tiempo de sentir y vivir la misericordia en primera persona, dejemonos impregnar de ella.
Dejemos que las lágrimas recorran nuestro rostro y nuestro corazón.
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