SONRÍA, ES GRATIS
Pues
bien, el otro día, al anochecer, cuando me dirigía a una reunión pensando en
cómo se alargan algunos días, que parece que no se terminen, de repente, al
pasar ante un chico que tocaba, no me fijé ni en si lo hacía bien, ni tan
siquiera en lo que sonaba, vi un cartel grande sobre la funda de la guitarra,
allá donde se echan las monedas, que llamó mi atención: «Sonríe, es gratis».
Me
hizo sonreír y sin parar de caminar, oí un «¡gracias!». Entonces me volví y nos
sonreímos los dos. Evidentemente, a partir de aquel momento el camino fue más
agradable por este detalle y quiero pensar que para él también fue una
agradable sensación.
Son
muchas las frases que se dedican a la sonrisa y a cómo nos cambia el estado de
ánimo, nos facilita las conversaciones, nos carga las pilas… Recuerdo algunas:
«Una sonrisa no cuesta nada, pero vale mucho». «La sonrisa es la mejor receta
para caminar feliz por la vida». O «la sonrisa es más barata que la luz e
ilumina más». Podríamos añadir muchos otros dichos que la sabiduría popular nos
aporta al respecto.
El
hecho de que alguien que pone su música, su talento a disposición de los que
viajamos en transporte público no sólo espere que le dejes algunas monedas,
sino que con un cartel como este sea capaz de hacerte sonreír, nos recuerda la
importancia de ir por la vida con una actitud agradecida y generosa.
Algunos
días, cuando por la mañana sales de casa y te vas cruzando con personas que
ponen cara larga, pocas veces ves sonrisas. Lo que te llega del otro es que
tiene prisa y me atrevería a decir que no va muy contento al lugar donde debe
ir, aunque seguro que no siempre es así. Hemos de mirarnos al espejo y sonreír,
para recordar lo bonito que es vivir, poder compartir el espacio con otras
personas y sentir que tenemos todo un día por delante para poder dar y recibir
sonrisas y, con ellas, un poco de la energía positiva que nos podemos contagiar
unos a otros.
Seguramente,
aquel músico consiguió en aquella ocasión muchas más sonrisas además de la mía
y espero que alguien más se llevase acompañado de una sonrisa, su sincero:
¡Gracias!
Esther Borrego LInares
(Publicado en la web del Ambito de Investigación y Difusión María Corral, noviembre 2014)
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