Hoy he tenido el regalo de descubrir esta poesía de Teresa, he oído como la declamaban y me ha parecido que debía releerla y compartirla. No la conocía y me ha impregnado cada frase.
Releerla poco a poco, dejandola llenar nuestro ser, es un buen programa, que podemos recordar e intentar vivir.
Un estrofa de las que me ha impresionado dicta así:
Mi lauro esté en el desprecio,
en las penas mi afición,
mi dignidad sea el rincón,
y la soledad mi aprecio.
¡Gracias Angels!
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