“Entendí que tenía mucha obligación
de servir a nuestra Señora y a
san José;
porque muchas veces yendo perdida del todo, por sus
ruegos me tornaba Dios a dar salud”. CC 30
Sin más que felicitar a todas las Carmen y agradecer con cariño la de veces que nos sentimos acogidos bajo la protección de María como Teres se sintió en tantos momentos de su vida, desde que se quedó sin su madre y se encomendó a ella.
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