PENSAR Y AMAR
Estando
cerca del 15 d octubre, día que la Iglesia dedica Teresa de Jesús, esa gran
mujer que desde su Ávila natal extendió la reforma del Carmelo llegando hasta
nuestro días en plena actualidad.
La mayoría
conocemos el inicio de su obra más conocida, “El Castillo interior” este
itinerario espiritual Teresa lo empieza con gran fuerza al afirmar desde su
experiencia personal "considerar nuestra alma como un castillo todo de un
diamante o muy claro cristal”, gran certeza considerar nuestra persona como
algo tan valioso y exclusivo como un diamante, ella sabía que había que entrar
en el propio interior para poder conocerse e iniciar un verdadero camino de
crecimiento.
En nuestros
días vivimos una realidad tan movida y llena de nuevas ideas como lo fue la
época de Santa Teresa, ella pudo contemplar su realidad gracias a la evidencia
de lo necesario que es tener tiempos de soledad y silencio, de encuentro con lo
esencial, sin distracciones, pudiendo tomar distancia del entorno más próximo.
Vivimos
inmersos en el mundo, y como seguidores de Jesús, queremos ser levadura en la
masa, sal y luz, cada cual cómo es y desde dónde vive y lo que hace en su día a
día, viviendo en profundidad para ofrecer al mundo una forma distinta de vivir,
porque “no está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho; y así lo que más
os despertare a amar, eso haced”, sí, de nuestro autoconocimiento a nuestro
hacer y vivir en el mundo.
Santa Teresa
reformó el Carmelo, vivo y muy vivo hoy, a partir de saberse habitada, de
recorrer las moradas de su castillo interior y encontrar lo esencial en el
interior, de esa relación con Jesús nacería su gran obra. Hoy, necesitamos
personas que desde reconocerse habitados, cultivando esa relación se muestren
fuertes en el mundo y siembren valores y virtudes allá donde vivan y trabajen.
“Porque si
amamos a Dios no se puede saber,… más el amor al prójimo sí” dado que los
frutos son evidentes y se propagan.
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