"Oh Dios mío, quién tuviera entendimiento y letras y nuevas palabras para encarecer vuestras obras como lo entiende mi alma!" Stj, v 25, 17
Ya hace algún tiempo que observando el mundo que nos rodea, veo la necesidad de profundidad que tenemos todos y que a la vez nuestro propio modo de vivir nos impide, muchas veces sin tener consciencia de ello.
A menudo pienso en el tesoro que tenemos los que sabemos de la importancia de determinadas actitudes, de determinados momentos, ... de no querer perder nuestros ratos de silencio.
Y es entonces cuando me doy cuenta de la urgente necesidad que tenemos de saber transmitir esa riqueza como el verdadero secreto de vivir en plenitud.
Nos urge encontrar nuevos lenguajes que transmitan toda la riqueza de esa actitud vital.
Hoy me ha llegado esta frase de mi amiga Teresa y he pensado es justo esto, y por eso os lo comparto para poder pensarlo estos días de vacaciones.
Vivamos cada momento en plenitud, buscando la esencia de lo que somos para disfrutar todo lo que nos rodea.
¡Buen verano a todos!
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