"Bendito seáis por
siempre,
que aunque os
dejaba yo a Vos,
no me dejasteis
Vos a mí tan del todo
que no me tornase
a levantar
con darme Vos
siempre la mano.
Y muchas veces,
Señor, no la quería,
ni quería
entender cómo muchas veces
me llamabais de
nuevo."
Santa Teresa de Jesús
Debemos tener la plena confianza de que siempre se nos tiende una mano, muchas veces no la vemos, otras no es la que esperamos pero siempre hay una mano extendida para que nos agarremos a ella y nos volvamos a levantar.
Si somos capaces de verla y agarranos a ella con fuerza nos levantaremos de nuevo y avanzaremos en nuestro caminar. Nunca falla.
Sepamos agradecer esa mano tendida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario